El delantero mexicano Erick «Cubo» Torres enfrenta una dura sanción tras arrojar un resultado analítico adverso en una prueba antidopaje realizada el 15 de noviembre mientras aún jugaba para la Asociación Deportiva Guanacasteca. El Tribunal de Nacional de Dopaje de Costa Rica lo ha inhabilitado por dos años, según lo anunciado en una audiencia a la que acudió este miércoles.
Torres, visiblemente nervioso y acompañado de su esposa, recibió la noticia de su suspensión por parte de Juan Carlos Baldizón, quien comunicó la decisión de parar por 24 meses al jugador, sumando a los meses que ya ha estado inactivo desde enero pasado. Esto podría tener implicaciones en su relación contractual con el Herediano, club al que se unió en diciembre como refuerzo.
El abogado de Torres, Juan Carlos Retana, ha declarado que buscarán apelar la sanción para reducirla, e incluso consideran llevar el caso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Retana mencionó que la sanción inicialmente era de cuatro años, pero ciertas consideraciones llevaron a la reducción a dos años. Afirmó que en el caso de su cliente existe una ausencia de negligencia y culpabilidad, argumentando que el resultado adverso fue producto de un medicamento para tratar una uña enterrada.
Según Retana, la Comisión Nacional Antidopaje (CONAD) ha optado por una vía fácil al castigar al atleta sin considerar adecuadamente el contexto y otros aspectos relevantes en el caso. Torres ha mantenido su postura de que no hubo intención de dopaje y que el resultado adverso fue un accidente causado por un tratamiento médico legítimo.
La decisión del tribunal ha dejado al futbolista con una difícil situación, pero la lucha legal continúa en busca de una resolución más favorable.